jueves, 30 de octubre de 2008

Noticia: hay vida inteligente en la TV

La travesía por el desierto de la mediocridad y vulgaridad televisivas en ocasiones encuentra un momento de alivio gracias a pequeños oasis de inteligencia. Cual aldea de irreductibles galos, El Gran Wyoming y sus colaboradoras resisten ahora y siempre desde "El intermedio", aportando la necesaria dosis diaria de humor y mala leche con la que sobrellevar con una amplia sonrisa el absurdo de lo cotidiano. Desde aquí mi más sincera enhorabuena.

sábado, 25 de octubre de 2008

Los psicópatas somos buena gente

Una ley no escrita de las series de TV establece que cuando la calidad del guión y el interés de la trama decaen, aparece sin venir a cuento un psicópata que se dedica a hacerle la vida imposible a algún protagonista. Después de marear la perdiz durante unos cuantos capítulos y alargar la trama innecesariamente, nuestro esforzado psychokiller acaba falleciendo, tiroteado ignominiosamente o muerto por alguna especie de "justicia poética". Por eso, cuando tuve noticias de "Dexter", una serie en la que el psicópata no solo aparece desde el comienzo sino que es el protagonista absoluto, sentí cierta curiosidad. Plenamente satisfecha tras el visionado compulsivo de la 1ª temporada en DVD (me rindo: paradójicamente seguir una serie de TV en la TV es frustrante e imposible, debido a cambios de horario, cortes publicitarios, traducciones deficientes...).
La serie transcurre en Miami, su protagonista es forense de la policía y pelirrojo... y ahí acaba cualquier posible coincidencia con "CSI Miami". "Dexter" NO es "CSI", no hay frases lapidarias/fantasmadas pronunciadas por un zanahorio con la mirada perdida, no hay tiroteos dentro de casas en los que el poli no se quita las gafas de sol, no hay milagrosas coincidencias con huellas parciales en 5 segundos, no hay minúsculas fibras en la tapicería de un coche detectadas a 7 metros por policías con vista prodigiosa, no hay forenses siliconadas que reconocen cadáveres con las gafas de sol Dolce&Gabanna puestas... Hay sudor, humedad, mosquitos, pantanos, música latina, cubanos y sí, claro, hay sangre. Menos de la que uno podría esperar a priori (excepto algún capítulo más "chorreante") y quizás es la enfermiza asepsia de algunos crímenes una de las partes más inquietantes de la serie. Si bien es cierto que los capítulos finales se centran especialmente en la trama policíaca una vez se descubre la identidad de un segundo psicópata (dos por el precio de uno) que establece un intrigante mano a mano con el protagonista, lo que ha conseguido cautivarme es la personalidad de Dexter. Es una persona normal, novio atento, amigo entrañable, profesional eficaz... excepto por un par de "peculiaridades", una: no es capaz de sentir nada en absoluto, no tiene emociones, está vacío interiormente. Dos: debido a un brutal trauma infantil siente el deseo irrefrenable de matar, aunque mata únicamente a criminales que han burlado a la justicia.
Ninguno de estos hechos parece preocuparle, los asume con naturalidad gracias a los consejos y códigos morales que le transmitió su padre adoptivo, (un policía honesto que sin embargo cuando descubre cómo es realmente decide protegerle conviertiendo la supervivencia a través de la mentira en su "modus vivendi"). Si una gran inteligencia no va acompañada de ninguna clase de sentimientos, ¿qué sentido tiene plantearse la existencia de una moral? ¿Como establecer qué es bueno o malo? Dexter no tiene remordimientos, ni se siente culpable. Su único problema consiste en que tiene que fingir constantemente lo que no es. He ahí su verdadero drama.
No entiende las emociones humanas, es observador atónito del comportamiento (generalmente absurdo) de los que le rodean y finge comprender/compartir sus inquietudes. Aunque no me dedico a ir por ahí descuartizando gente, no puedo evitar sentir cierta simpatía hacia él. Entiendo su perplejidad al oir los comentarios groseros y machistas de sus compañeros, ante los que debe fingir una sonrisa cómplice, entiendo sus esfuerzos por fingir cierto interés por las cosas que supuestamente le interesan a la gente "normal". Busca ser aceptado como uno más para no levantar sospechas.
A la gente normal le gusta hablar de hipotecas, coches, niños, las cacas de sus niños (si son pequeños), lo listos que son sus niños (si ya no se hacen cacas), de Fernando Alonso, de lo que ha hecho el Barça (o el Madrid), de dinero, de su trabajo, de la nariz de Letizia... la gente normal me aburre profundamente.
Pero uno debe fingir cierto interés si no quiere ser acusado de "raro" o "antisocial".


lunes, 20 de octubre de 2008

La telemierda amiga

Mmm... resulta que me piden unas cositas para TeleCinco, y me comentan "El cliente quiere ver ideas" (será que ellos no tienen de eso, parece que el dinero no compra la imaginación).
Que tentación, ¿les gustará si propongo una tele rebosando mierda, con las cabecitas de Jordi González y Violeta Santander asomando?
¿O mejor pongo sobre fondo verde-sexta a Patricia Conde y Ángel Martín?

domingo, 19 de octubre de 2008

Si Oscar Wilde levantara la cabeza... (II)

"Una mujer está totalmente satisfecha siempre que pueda aparentar diez años menos que su propia hija"

Oscar Wilde

Si Oscar Wilde levantara la cabeza... (I)

"Es exacta en todo a un pavo real menos en la belleza"

Oscar Wilde

viernes, 17 de octubre de 2008

Quien crea estar libre de culpa que tire la primera piedra (y al final todos acabaremos lapidados...) II

Que cosas curiosas tiene la vida. Justo andaba cuestionándome la in/utilidad de nuestros pequeños actos cotidianos, y nuestra i/responsabilidad moral ante lo que en el mundo acontece, y me llega un mail con esta información:

¡Lo hemos conseguido!

Vaya, gracias a una firmita me he ganado cinco minutos de indulgencia plenaria. Que bueno soy.
Ya puedo seguir tranquilamente haciendo pedidos para el ejército de tierra francés (deben andar buscando reclutas, porque están haciendo bolis y libretas con el número de los centros de reclutamiento), Microsoft, Pfizer y el Banco Santander (como diría su presidente, "ai am a uiner!").

Emilio Botín habla... "inglés"...?

miércoles, 15 de octubre de 2008

Quien crea estar libre de culpa que tire la primera piedra (y al final todos acabaremos lapidados...)

Uno, que en su fuero interno cree ser una persona partidaria de la justicia, la libertad, la ecología, la igualdad y todas esas zarandajas que supuestamente lo convierten en "buena persona", se ve en ocasiones asaltado por dudas existenciales (no confundir con gases o retortijones, aunque no hay mucha diferencia). Andaba yo dándole vueltas a si comentar o no las imbecilidades que soltó James Hetfield en su momento (nota para los no amantes de músicas ruidosas: es el cantante de Metallica) cuando le preguntaron que le parecía que su música se usara para torturar a prisioneros de Guantánamo:
Welcome to the Disco (The guardian)
Guantánamo, banda sonora original (El País)
Pero hete aquí que hace no mucho mr. Hetfield y sus compinches han sacado "Death Magnetic", su último disco. Y que cosas, resulta que es muy bueno. ¿Es lícito disfrutar con la obra de alguien que es a todas luces idiota? ¿Y que es moralmente cuestionable? Como muy acertadamente le oí comentar a Concha Buika (en otro de sus geniales arrebatos de lucidez) "no vale la pena enfadarse con un idiota, de él no puedes esperar más que idioteces", y de hecho es muchísimo peor lo que dice al respecto de Guantánamo, la música y las torturas otro IDIOTA (con mayúsculas, y por no llamarle otra cosa): Steve Asheim, el batería de Deicide (...ver links).
Pero... que fácil es echarle la culpa o indignarse con una figura pública (que total se dedica a la música y punto, no tiene por qué ser un intelectual), y no darse cuenta de las propias responsabilidades.
Viene a cuento todo esto porque muchas veces me cuestiono la validez moral de mi propio trabajo: el diseño gráfico. Resulta que hoy tenía que hacer un pequeño retoque a una impresión para unas libretas de un cliente llamado "SEBPC". Como el texto con el nombre adjuntado no se leía bien, decidí invocar al oráculo que todo lo sabe (también llamado Google). El resultado: Société dExploitation des Parcs à Bois du Cameroun (SEPBC). Por curiosidad, busqué algo más de información, y resulta que son una panda de hijos de mala madre que bajo el manto de un pseudocolonialismo apenas disimulado se dedican a explotar (léase "arrasar")los bosques en Camerún. Aparte de tener conexiones en tabaco, cacao, caucho, control de transportes, y exportaciones a través de monopolios en África. Claro, puedo argumentar en mi defensa que yo no lo sabía, si no hiciera ese trabajo no cambiaría nada ya que lo haría otro, que el hecho de serigrafiar o no unas libretas no cambia nada, que dónde vas a parar, no compares la tortura con otras cosas, y bla bla bla... Pero en este caso da la casualidad que me he enterado de la calaña del cliente al hacer una búsqueda, ¿pero y el resto? ¿Está bien colaborar en publicitar por ejemplo a laboratorios farmacéuticos que especulan con los medicamentos?¿Está mal que alguien haga un disco y ese disco se utilice para torturar, y al autor le de igual? Sí, pero ¿sabemos que hacen los bancos con el dinero que tenemos en sus cuentas (porque son suyas, no nos engañemos)?¿Tienen conexiones con industrias que a su vez tienen conexiones con fabricantes de armas?¿Respetan el medio ambiente los fabricantes de los productos que consumimos? ¿Si es cierto que los Bush tienen intereses en la empresa que gestiona Bicing, no les estamos enriqueciendo al utilizar sus bicis?¿Si el Partido Popular o la Conferencia Episcopal me encargaran un proyecto millonario, debería hacerlo?
¿Y si...?

Mientras tanto, el señor Hetfield, cual manatí barbudo, se baña tan tranquilo en Hawaii...

lunes, 13 de octubre de 2008

Extíngase, si es usted tan amable

Contrariamente a lo que sostienen los postulados Darwinistas, en la especie humana tienden a reproducirse los especímenes intelectualmente menos aptos. Constantemente se nos venden las bondades de la familia, la paternidad/maternidad como objetivo supremo y se generan toda una serie de inputs culturales subliminales que intentan inculcarnos esta idea. El "final feliz" en la mayoría de series y telefilmes suele ser la boda(religiosa, por supuesto) de dos personajes, todo ello aderezado con una elevada presencia infantil ("¿que puede haber más inocente y fresco que la sonrisa de un niño?").
La finalidad de todo ello parece ser la continuidad como especie a través de la procreación indiscriminada e irracional, el reproducirse "porque toca", o "porque todos los que me rodean tienen niños, por tanto yo también tengo que tener". Eso hace que coloquemos a los niños en una situación de intocabilidad en ciertos momentos que no deberían ser así. Y me refiero a las exposiciones y otros eventos culturales. Curiosamente no está permitido entrar en museos o bibliotecas con perros, aunque sean diminutos chihuahuas que lleves en brazos, en cambio si un pequeño engendro berrea,corretea, toquetea, chilla o moquea las revistas será observado con una sonrisa complaciente por vigilantes, cuidadores y por supuesto los orgullosísimos padres, satisfechos y convencidos de estar ofreciendo una experiencia cultural sin precedentes a su cachorro hipersaturado de azúcar. Tengo claro que un niño es un niño, y no se le pueden exigir responsabilidades. Los culpables son los padres, que sumidos en su propio egoísmo no son capaces de asumir que tener un niño conlleva ciertas limitaciones en su propia vida. Está muy bien iniciar a los niños en el arte, pero hay ciertas exposiciones que sencillamente no son adecuadas para un niño de 2 años(que obviamente expresará su enorme aburrimiento con una larga serie de berridos, que acaban por no dejarnos disfrutar de la expo a los que no tenemos nada que ver con su puta genealogía).
Y ya no pienso decir que opinión me merecen los "enrollados" gafapastas que van con sus hijos a conciertos tipo Primavera Sound... Es una pena que no se contemple la esterilización con efectos retroactivos como figura legal.

martes, 7 de octubre de 2008

Pekín Express, vaya par de gemelas (y otros animalitos...)

No soy especialmente aficionado a ese subgénero catódico que son los "reality" en sus diversas modalidades. Y no es una cuestión ética, ni pose intelectualoide: ver a una panda de gañanes sacándose pelotillas de entre los dedos tirados en un sofá o emitiendo sonidos guturales no me divierte. Me parece anti-televisión.
En fechas recientes Cuatro, en un paso más hacia su firme propósito de convertirse en la nueva TeleCinco, ha inundado su programación con este tipo de shows. Me llama la atención "Pekin Express", con la presentadora-comodín Paula Vázquez al frente. No por su originalidad (es más o menos un "Supervivientes" sin famosos, atravesando Rusia, Mongolia y China en condiciones precarias) sino por el lamentable espectáculo que ofrecen la mayoría de sus participantes.
Desde el niño de papá repelente que se lleva al viaje a su criada colombiana (perdón, ahora se dice "empleada doméstica") para que le haga el trabajo sucio, un profesor de religión marrullero y tramposo y su ex-alumno (¿que relación extraña les une?), dos pijos "maduritos" con ganas de aventura (con la relación más flagrantemente heterogay que se ha visto nunca en la TV), dos dragqueens sevillanos, tan simpáticos como malas malísimas dependiendo del momento... Una fauna variopinta, entre las que destacan negativamente dos gemelas (no recuerdo su nombre, ni ganas)que son bordes, zafias, desagradables y maleducadas hasta decir basta. Afortunadamente para ellas los rusos con los que se han cruzado hasta ahora no entienden español, porque en el último programa soltaron perlas del tipo "hijos de puta","cabrones","cago en la puta hostia","alcohólicos de mierda" a unos rusos que amablemente se habían ofrecido a llevarlas en coche, pero habían decidido hacer un alto en el camino para beber Vodka celebrando el cumpleaños de uno de ellos. Otros concursantes han robado comida, gritan a las personas que les llevan en coche, insultan a los rusos, se rien de sus condiciones de vida (gente humilde que sin embargo les abren su casa y les ofrecen comida)....
¿Y todo esto por qué? ¿Justificado porque "tienen prisa" por llegar a la meta, porque claro, "hay que ganar"? Aunque sea pisoteando a otros concursantes (lo que en definitiva no me parece tan mal, es un concurso y nadie les obliga a ir), pero también pisoteando y vejando a los habitantes de unas zonas deprimidas económicamente a los que no tiene por qué importarles lo más mínimo que tú seas un cretino concursando en un "importantísimo" programa de televisión.
Si este heterogéneo grupo se supone que es una muestra reprentativa de los españolitos, mejor nos quedamos en casa. Lamentable la actitud de los concursantes, pero especialmente lamentable la actitud de la cadena (responsable en última instancia del programa), al no sancionar de ninguna manera estas actitudes.

Otro dato que confirma la "telecinquización" de Cuatro: dos recauchutadas exconcursantes de este reality, presuntas gogós, ya han aparecido desnudas en Interviu.

viernes, 3 de octubre de 2008

Los zombies toman Sitges... cereebrossss



Pobrecicos zombies, acabo de comprender por qué no dominan el mundo: se alimentan de cerebros, y ese es un elemento más escaso que el uranio enriquecido.
Curiosidad freak: en Sitges estará George A. Romero para conmemorar los 40 años de "Night of the living dead", sospecho que en realidad murió hace años y es un muerto viviente en si mismo. Por eso es incapaz de hacer otra cosa que no sean películas de zombies (autobiográficas).

miércoles, 1 de octubre de 2008

Otro más para mi lista de geniecillos

Si hay algo con lo que disfruto más que con una buena película, es con la buena música. Y cuando la buena música acompaña a una buena película, entonces el placer es mayúsculo.
Al ver los títulos de crédito de "In Bruges" ya empecé a salivar al ver que el responsable era nada menos que Carter Burwell, habitual colaborador de los hermanos Coen (otros de mis geniecillos particulares). El curriculum del hombre es impresionante,ha creado lo que a mi entender son algunas de las mejores bandas sonoras del cine reciente.
IMDb Carter Burwell

Está claro que la banda sonora está ahí para acompañar las imágenes y apoyar el desarrollo de la historia, pero en este caso la BSO tiene entidad y vida propia. Vale mucho la pena pararse a escuchar todas y cada una de las piezas que he firmado mr. Burwell para esta película. Im-prezionante.

Headphones, This Boy's Life, 1996
photo by Adam Smalley