lunes, 24 de noviembre de 2008

No les llames "animales": en realidad son mala gente

Dentro de la amplísima gama de actividades brutales y vergonzantes con las que disfrutan algunos humanos/homínidos(presuntamente personas)se encuentra la caza. No acabo de entender que alguien disfrute asesinando animales apostado tras unos matorrales y disparando con un rifle a una criatura indefensa. Me resultaron especialmente repugnantes unas imágenes, creo recordar que fue en Callejeros, en las que la periodista le preguntaba a un cazador (que acababa de realizar una escabechina brutal) si "no le daba un poco de pena" todo aquello. El cazador se mostró un tanto desconcertado, y forzando la que probablemente sea la única neurona que posee acertó a contestar que no, que aquello "era una tradición muy bonita, que se llevaba haciendo toda la vida".
Lo más lamentable es que este argumento ni siquiera es original, suele ser el más esgrimido en defensa de cualquier acto de barbarie que implique la tortura y posterior asesinato de un animal con la excusa de una fiesta popular. Claro, que bonitas son las tradiciones. Desde aquí propongo recuperar esas rancias y entrañables costumbres que eran las ejecuciones públicas, bien por garrote vil o ahorcamiento, luego podemos reinstaurar el derecho de pernada y que cada alcalde tenga derecho a trajinarse a cualquier mozo/a en edad de merecer sus atenciones, y luego podemos quemar unos cuantos herejes. Por favor, avancemos y dejemos atrás la barbarie de una vez. Si realmente la cultura de un pueblo y su progreso moral pueden medirse según el trato que le dan a sus animales, estamos bajo mínimos.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Welcome Lucho (bienvenío, pisha!)

Vivir pa' ver, toda la vida echando pestes de los padres que se reúnen para "arrejuntar" a sus niños y solo saben hablar de cacas y pipis, y ahora que se nos han juntado nuestra peluda particular y el peludo recién llegado de Javi y Tomás, estamos chochos perdidos.
Ay señor, debe ser síntoma de madurez (o pre-senectud, vaya usted a saber).

Inteligencia no implica felicidad

Mientras estábamos desayunando al lado de una placita en Granada, leí sendos artículos sobre dos personajes diametralmente opuestos. Lo que me llamó la atención es que se usaban dos términos curiosos para definirlos: uno de ellos era definido como egosintónico(persona que «se siente feliz y a gusto en su propia piel porque está haciendo lo que realmente quiere hacer»), y otro manifestaba padecer anhedonia(sentimiento continuo de decepción,incapacidad para sentir felicidad).
Uno de ellos era José María Aznar, ex-presidente y ex-cómplice de genocidio en una guerra ilegal, personajillo grotesco adicto al exabrupto, la mala baba y la micción repetida fuera de tiestos varios. El otro era David Letterman, productor de televisión, cómico ingenioso, irreverente y brillante presentador de programas de entrevistas nocturnas desde hace 26 años.
¿Hace falta decir a quién corresponde cada definición?

Definitivamente, no entiendo la psique humana.

lunes, 10 de noviembre de 2008

viernes, 7 de noviembre de 2008

¿Todo depende del color con que se mire?


En un antiguo trabajo existía una pequeña broma privada,un tanto idiota, acerca de los colores. En los colores de serigrafía la tinta negra siempre se imprime en la última pasada, debido a que tapa cualquier otro color. La broma idiota consistía en afirmar que ese debía ser el único lugar del mundo en el que el negro estaba por encima de los demás colores.
Me ha venido a la memoria esta anécdota, porque en todos los medios de comunicación no se cansan de hablar del "primer presidente negro de los USA",... pero vamos a ver ¿su madre no es "blanca"?¿No es "blanca" su familia materna?¿Pesa entonces más la negritud que cualquier otro aspecto de una persona?
Sería igualmente estúpido hablar del "primer presidente mulato", así que ¿por qué no nos limitamos a hablar del "nuevo presidente de los USA" y dejamos los matices de color para las Cartas Pantone?
Para colores,los Pantone