viernes, 30 de octubre de 2009

De todo se aprende... o no

Aunque según parece no está cosechando precisamente unos índices de audiencia brillantes, he visto con cierto interés algunas entregas de "El aprendiz" (en "La Secta", ahora trasladado a los domingos: supongo que por aquello de no hacerle perder audiencia al programa de después, Buenafuente). Vale, me suelen gustar cosas raritas. El programa no es precisamente la bomba en cuanto a ritmo, estética u originalidad pero tiene detalles que me parecen interesantes. Es la adaptación del original en que el "boss" era Donald Trump. Esta vez el que supuestamente ofrece un puesto de trabajo en su empresa es el publicista Lluís Bassat. La mecánica es simple, cada semana se plantean a los participantes, repartidos en dos grupos, una serie de "retos empresariales" en los que deben demostrar su valía profesional, inventiva, capacidad de trabajo e imaginación. El resultado es desolador.
Puedo imaginar que los participantes en el programa tal vez no sean los profesionales más brillantes y solicitados del mundo (de ser así ya habrían sido "fichados" por algún headhunter y estarían ganando un sueldazo, en lugar de exponer públicamente sus miserias y carencias en televisión), pero semana tras semana el resultado final es el mismo: ganan los menos mediocres, y los perdedores acaban destrozándose mutuamente. Los concursantes son incapaces de hacer la más mínima autocrítica. Aún después de haberse puesto claramente de manifiesto que el proyecto que han llevado a cabo es desastroso, horrible, no funciona, y lo que todavía es peor, ha sido económicamente ruinoso o incluso poco ético, siguen proclamando a los cuatro vientos lo orgullosos que están del gran trabajo realizado. En lugar de aprender de los fracasos, repiten los mismos errores de desorganización, lucha de egos, rencillas personales y puñaladas traperas semana tras semana. Si estos "triunfitos de los negocios" representan el perfil de ejecutivo "que toma las decisiones" en multinacionales, bancos (y partidos políticos), uno consigue hacerse una idea de por qué cada año se van a la quiebra tantas empresas y cómo es posible que el mundo entero haya sufrido una crisis económica sin precedentes.


Señor Bassat: si de verdad busca trabajadores, mejor que ponga un anuncio en el INEM.

sábado, 24 de octubre de 2009

Puedo decirlo más alto, pero no más claro


Tordesillas. El Toro de la Vega. En "honor" a la Virgen,
cada año atacan con lanzas a un toro hasta matarlo.

HIJOS-DE-LA-GRANDÍSIMA-PUTA

¡¡¡ME DÁIS ASCO!!!!