Mientras desayunaba esta mañana, se me ha atragantado el café al ver en el periódico la noticia sobre la muerte de Mario Benedetti. Aunque uno es consciente de que el tiempo transcurre inexorable y no concede treguas, siempre te coge por sorpresa que algún personaje al que profesas un cariño y admiración especial de repente deje de estar ahí.
Aunque nunca cometí el vergonzoso acto de utilizar sus poemas para intentar ligar como el protagonista de la muy estimable "El lado oscuro del corazón", (la primera, no ese bodrio detestable que es la secuela del 2001), sí es cierto que sus poemas, novelas y cuentos han sido y son mis libros de cabecera. Incluso en mi muy bochornosa (y olvidable) época de delirios pseudoliterarios fue una "influencia" (por decir algo) capital junto a Bukowski, hasta que tuve que aceptar que no era un escritor maldito agarrado a una botella de bourbon (prefiero escribir tomando un ColaCao con galletas), y definitivamente no tengo ni la milmillonésima parte de talento / gracia / habilidad / sensibilidad / honestidad /magia / etc... del genial Uruguayo a la hora de escribir. Hoy me siento un poco huerfano de poesía.
Aunque nunca cometí el vergonzoso acto de utilizar sus poemas para intentar ligar como el protagonista de la muy estimable "El lado oscuro del corazón", (la primera, no ese bodrio detestable que es la secuela del 2001), sí es cierto que sus poemas, novelas y cuentos han sido y son mis libros de cabecera. Incluso en mi muy bochornosa (y olvidable) época de delirios pseudoliterarios fue una "influencia" (por decir algo) capital junto a Bukowski, hasta que tuve que aceptar que no era un escritor maldito agarrado a una botella de bourbon (prefiero escribir tomando un ColaCao con galletas), y definitivamente no tengo ni la milmillonésima parte de talento / gracia / habilidad / sensibilidad / honestidad /magia / etc... del genial Uruguayo a la hora de escribir. Hoy me siento un poco huerfano de poesía.
Hasta siempre.
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