En fechas recientes me he tenido que dedicar por partida doble a buscar alojamiento en Paris y BCN. Y resulta curioso: el mal gusto horripilante por los cuadros en las habitaciones y las colchas y cortinas estampadas parece ser común a todos los hoteles.
¿Acaso se trata de una conspiración internacional de Decoradores de Interior Horteras y Daltónicos? La ONU debería tomar cartas en el asunto de forma inmediata. Poner fin a este atentado visual es más urgente que remediar el cambio climático (que total, según mi primo tampoco es para tanto)
¿Acaso se trata de una conspiración internacional de Decoradores de Interior Horteras y Daltónicos? La ONU debería tomar cartas en el asunto de forma inmediata. Poner fin a este atentado visual es más urgente que remediar el cambio climático (que total, según mi primo tampoco es para tanto)
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