Uno, que en su fuero interno cree ser una persona partidaria de la justicia, la libertad, la ecología, la igualdad y todas esas zarandajas que supuestamente lo convierten en "buena persona", se ve en ocasiones asaltado por dudas existenciales (no confundir con gases o retortijones, aunque no hay mucha diferencia). Andaba yo dándole vueltas a si comentar o no las imbecilidades que soltó James Hetfield en su momento (nota para los no amantes de músicas ruidosas: es el cantante de Metallica) cuando le preguntaron que le parecía que su música se usara para torturar a prisioneros de Guantánamo:
Welcome to the Disco (The guardian)
Guantánamo, banda sonora original (El País)
Pero hete aquí que hace no mucho mr. Hetfield y sus compinches han sacado "Death Magnetic", su último disco. Y que cosas, resulta que es muy bueno. ¿Es lícito disfrutar con la obra de alguien que es a todas luces idiota? ¿Y que es moralmente cuestionable? Como muy acertadamente le oí comentar a Concha Buika (en otro de sus geniales arrebatos de lucidez) "no vale la pena enfadarse con un idiota, de él no puedes esperar más que idioteces", y de hecho es muchísimo peor lo que dice al respecto de Guantánamo, la música y las torturas otro IDIOTA (con mayúsculas, y por no llamarle otra cosa): Steve Asheim, el batería de Deicide (...ver links).
Pero... que fácil es echarle la culpa o indignarse con una figura pública (que total se dedica a la música y punto, no tiene por qué ser un intelectual), y no darse cuenta de las propias responsabilidades.
Viene a cuento todo esto porque muchas veces me cuestiono la validez moral de mi propio trabajo: el diseño gráfico. Resulta que hoy tenía que hacer un pequeño retoque a una impresión para unas libretas de un cliente llamado "SEBPC". Como el texto con el nombre adjuntado no se leía bien, decidí invocar al oráculo que todo lo sabe (también llamado Google). El resultado: Société d’Exploitation des Parcs à Bois du Cameroun (SEPBC). Por curiosidad, busqué algo más de información, y resulta que son una panda de hijos de mala madre que bajo el manto de un pseudocolonialismo apenas disimulado se dedican a explotar (léase "arrasar")los bosques en Camerún. Aparte de tener conexiones en tabaco, cacao, caucho, control de transportes, y exportaciones a través de monopolios en África. Claro, puedo argumentar en mi defensa que yo no lo sabía, si no hiciera ese trabajo no cambiaría nada ya que lo haría otro, que el hecho de serigrafiar o no unas libretas no cambia nada, que dónde vas a parar, no compares la tortura con otras cosas, y bla bla bla... Pero en este caso da la casualidad que me he enterado de la calaña del cliente al hacer una búsqueda, ¿pero y el resto? ¿Está bien colaborar en publicitar por ejemplo a laboratorios farmacéuticos que especulan con los medicamentos?¿Está mal que alguien haga un disco y ese disco se utilice para torturar, y al autor le de igual? Sí, pero ¿sabemos que hacen los bancos con el dinero que tenemos en sus cuentas (porque son suyas, no nos engañemos)?¿Tienen conexiones con industrias que a su vez tienen conexiones con fabricantes de armas?¿Respetan el medio ambiente los fabricantes de los productos que consumimos? ¿Si es cierto que los Bush tienen intereses en la empresa que gestiona Bicing, no les estamos enriqueciendo al utilizar sus bicis?¿Si el Partido Popular o la Conferencia Episcopal me encargaran un proyecto millonario, debería hacerlo?
¿Y si...?
Mientras tanto, el señor Hetfield, cual manatí barbudo, se baña tan tranquilo en Hawaii...