lunes, 13 de octubre de 2008

Extíngase, si es usted tan amable

Contrariamente a lo que sostienen los postulados Darwinistas, en la especie humana tienden a reproducirse los especímenes intelectualmente menos aptos. Constantemente se nos venden las bondades de la familia, la paternidad/maternidad como objetivo supremo y se generan toda una serie de inputs culturales subliminales que intentan inculcarnos esta idea. El "final feliz" en la mayoría de series y telefilmes suele ser la boda(religiosa, por supuesto) de dos personajes, todo ello aderezado con una elevada presencia infantil ("¿que puede haber más inocente y fresco que la sonrisa de un niño?").
La finalidad de todo ello parece ser la continuidad como especie a través de la procreación indiscriminada e irracional, el reproducirse "porque toca", o "porque todos los que me rodean tienen niños, por tanto yo también tengo que tener". Eso hace que coloquemos a los niños en una situación de intocabilidad en ciertos momentos que no deberían ser así. Y me refiero a las exposiciones y otros eventos culturales. Curiosamente no está permitido entrar en museos o bibliotecas con perros, aunque sean diminutos chihuahuas que lleves en brazos, en cambio si un pequeño engendro berrea,corretea, toquetea, chilla o moquea las revistas será observado con una sonrisa complaciente por vigilantes, cuidadores y por supuesto los orgullosísimos padres, satisfechos y convencidos de estar ofreciendo una experiencia cultural sin precedentes a su cachorro hipersaturado de azúcar. Tengo claro que un niño es un niño, y no se le pueden exigir responsabilidades. Los culpables son los padres, que sumidos en su propio egoísmo no son capaces de asumir que tener un niño conlleva ciertas limitaciones en su propia vida. Está muy bien iniciar a los niños en el arte, pero hay ciertas exposiciones que sencillamente no son adecuadas para un niño de 2 años(que obviamente expresará su enorme aburrimiento con una larga serie de berridos, que acaban por no dejarnos disfrutar de la expo a los que no tenemos nada que ver con su puta genealogía).
Y ya no pienso decir que opinión me merecen los "enrollados" gafapastas que van con sus hijos a conciertos tipo Primavera Sound... Es una pena que no se contemple la esterilización con efectos retroactivos como figura legal.